4.5.08

Dos meses

Espero poder escribir más seguido que una vez por mes, pero por ahora, es lo que hay...

Ayer G. cumplió dos meses.
Está cada día más linda, despierta y expresiva.
(Habla la madre)

Viene demostrando ser muy diferente de su hermano, en muchos aspectos.
No le gusta dormir tomando la teta: toma y después pide upa y así se duerme.
Hace unos días comenzamos a ponerla en la cuna para dormir a la noche.
Antes sólo por ratitos descansaba allí. Sigue durmiendo muy bien, despertando sólo una vez para saciar su pancita, y charlar un rato...porque le da por la charla nocturna. Se despabila y comienza con sus "ajos, agus...ah, aho..." Y es tan encantadora que se me va el sueño.
A veces, su panza le da malos ratos, no le son ajenos los males del primer trimestre. Además de unos mocos que reinan en casa, desde que comenzó el frío.
Le gustan los masajes. Y mirar a los ojos.
Sus chiches preferidos parecen ser, por ahora, un muñequito rojo que le regaló mi cuñada y la música de su cunerito.
Sonrie a los que conoce y se puede pasar un rato largo charlando, con su papá, con su hermano o conmigo. Y le gusta mucho estar sobre el cambiador. No sé que le ve, pero le gusta.
Duerme un par de siestas larguitas durante el día, una a la mañana y otra por la tarde. Y le da por mamar mucho a la tardecita, cosa de acumular y después dormir de noche. Es muy organizadita, decimos.
Simpática, con ojitos muy vivaces y profundos, con sus manos bien femeninas y gráciles que comenzó, hace un tiempito, a lanzar a ver que caza, manifestando una incipiente intencionalidad de movimientos. Y sobre todo, a querer alcanzar mi cara o la de su papá. La personas le interesan más que nada.
También da pataditas para intentar girar. Mantiene su cabecita por unos minutos y pispea el panorama con ávida curiosidad.

Es fuerte. Es hermosa. Es tan lindo estar con ella.
Disfrutamos de las tardes que nos quedamos solitas y charlamos, dormimos la siesta y cantamos para musicalizar masajitos y paseos a la pepa. (así le decimos al upa en casa)

Unos 60 días deliciosos, matizados con las dificultades propias de adaptarse a la nueva configuración familiar, y algún que otro inconveniente menor.
La vida con ella es intensa, plácida y bella.
Gracias, hijita!